3 nov 2018

Selva de Irati: Casas de Irati - Embalse de Koixta

Selva de Irati: Casas de Irati - Embalse Koixta


Navarra - Ochogavia 


MODERADA - CIRCULAR - 17KM 




Una vez familiarizados con el entorno de Irati necesitamos salirnos de la ruta turística y meternos de pleno en el bosque para disfrutar si cabe aún más de la magia de este lugar... Así, que elegimos esta ruta que se recorre enteramente por sendero.

El sentido en el que nosotros decidimos hacerla tiene una subida considerablemente larga y de pendiente bastante pronunciada...Hacerla con barro en el suelo mojado le sumó un esfuerzo extra por lo que la he considerado "Moderada" aunque seguramente en otra época del año y haciéndola en sentido contrario podría indicarse como "Fácil". De todas formas esto ya sabemos que es relativo y depende del estado físico de cada uno...dificultad técnica desde luego no hay...Se trata de un bonito sendero sin ningún tipo de peligro.

Esta vez, aparcamos en el parking de Casas de Irati y en lugar de la vía que vuelve al pantano o la vía que va a la cascada, como esas ya las conocemos cogimos la salida que va hacia la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves.

  
  
  
  

Desde aquí, seguimos la indicación del Sendero local y nos metemos en pleno bosque otoñal intuyendo el camino bajo las hojas rojas caídas...El suelo es una auténtica alfombra roja y aunque hoy el día ha salido soleado y frío, las lluvias de ayer lo han enlodecido. Comenzamos la bonita subida con una pendiente que pronto nos hace entrar en calor.

  
  
  

La luz de ayer me gustaba más, hoy todo brilla demasiado y los destellos del sol rabioso entre las nubes a veces molestan a la vista y por otro lado impiden que la cámara coja los preciosos tonos rojizos y verdes de ayer, pero agradecidos por el espectacular día que ha amanecido, nos preparamos para el disfrute.

  
  
  

Hay imágenes que al verlas ahora me recuerdan el preciso instante en que tomé la foto...Buah! que foto pensé...disparé y luego me quedé unos segundos disfrutando de estas estampas...Aun me parece estar allí mirando...Hay que imaginar que no es solo algo que tienes delante, sino que te rodea, te envuelve por delante, los costados y la espalda...Es real e increíblemente mágico...

  
  

Seguimos el sendero y subimos (no puedo decir que incansables porque ciertamente hubo cansancio subiendo aquella interminable cuesa jejeje) hacia el Mirador de Akerreria que sabemos que estaba en la cima de aquella colina.

  
  

Cuando alcanzamos este pequeño objetivo, nos sentamos en las rocas al cobijo del viento y nos ponemos al sol a secar las espaldas mojadas mientras nos regalamos un almuerzo con vistas al impresionante bosque que queda a nuestros pies.

  
   
  

Como sabemos que la parte más dura ya la hemos pasado, nos relajamos un poco y viendo que el día no promete lluvia nos quitamos aluna capa porque lo cierto es que vamos embutidos y con capas como las cebollas.

  
  
  

La proporción del tamaño de los árboles no se aprecia en las fotos, son enormes y es extremadamente relajante pasear entre ellos acariciarlos e imaginar como debe ser la vida animal correteando entre sus troncos cuando no esté nuestra presencia por allí.

  
  
  

Entre la sol  y sombra vamos avanzando mientras pasa la mañana dejándonos llenar los sentidos de emociones positivas y cargando las pilas... ¡qué lugar tan bonito!

  
  
  

La belleza se persona en macro y en micro detalles..Si centras la mirada en cualquier punto descubres pequeñas maravillas...Si levantas un tronco sonríes al ver la vida que se esconde bajo él. Si levantas unas hojas descubres perlas ocultas.

  

Bajamos hasta el nivel del río y cruzamos un puente desde el que vemos la loma de una montaña cercana cubierta de una capa blanca que al principio nos parece una nube y luego nos sorprende al danos cuenta de que realmente es la montaña cubierta por una densa capa de nieve.

  
  
  

Llegamos al embalse de Koixta y continuamos nuestro recorrido volviéndonos a introducir en el bosque a seguir disfrutando como enanos.

  
  

No encuentro calificativos suficientemente bonitos para describir este lugar. El sendero no es tan cómodo como el camino de ayer, pero es mucho más atractivo, aunque lo cierto es que las botas acaban totalmente embarradas.

Hoy, veo las fotos y pienso que es una pena no dominar más el arte de la fotografía...ayer con la lluvia salieron unas fotos preciosas y hoy con el día de sol, la luz se come los matices más bonitos... Podría retocarlas, saturarlas, pero nunca lo hago...siempre dejo las fotos tal cual salen.

  
  
  
  

El camino sube y baja, y los 27km de ayer ponen a prueba mi pie...sin embargo, no sé si es porque estoy tan ensimismada en el paisaje del lugar, que no me duele nada...Es increíble como la mente decide a qué darle importancia y qué debe ignorar en cada momento. Las prioridades psíquicas siempre están por encima de las físicas.

  
  
  
  

Y en el camino encontramos nieve, troncos caídos, ramas que parecen que sustenten a nuevos troncos paisajes sacados de postales y barrancos secos por los que es fácil imaginar el agua bajando embravecida en días de lluvias torrenciales.

  
  
  
  
  

Esta foto me gusta aunque no enseñe nada, porque me da perspectiva visual de lo pequeño que parece el cuerpo de una persona metida en este paisaje..imagina que el paisaje sigue a derecha e izquierda, arriba y abajo...hasta donde alcanza la vista y que ese punto rojo es todo lo que ocupa una persona ...Hormigas...somos hormigas en este precioso paraje:

  

Seguimos caminando entre rojos, ocres, marrones y verdes...Menuda gozada de paseo...no quiero irme de aquí...sé que me va a saber a poco...lo sé...

  
  
  

Cómo no desear llevarte cada rincón grabado en la memoria...cómo no desear contarlo a todo el mundo para que nadie se quede sin la inquietud de al menos desear verlo en primera persona.

  
  
  
  
  

Las zonas más frondosas del bosque se vuelven más húmedas y frías, pero también mas bonitas si cabe...la mezcla de colores es aquí más drástica e impactante, los tonos se vuelven más marcados, mas intensos y deseas que se levante viento y se agiten las hojas para verlas caer...

  
  
  
  
  
  

El sendero nunca se pierde, pero tampoco está a la vista...todo el trayecto cubierto de hojas rojas y a cobijo de los enormes troncos  que nos rodean y del verde musgo que cubre todo cuanto puede.

  
  
  
  

Y si te acercas sobre esos troncos caídos cubiertos de musgo un nuevo mundo aparece ante la lente...pequeñas setitas que parecen formar un poblado de pitufos ...Dan ganas de colgar un cartel de "Por favor, no molestar".

  
  

Miles de detalles se escapan a nuestros ojos...es imposible abarcarlo todo, captarlo todo...Si miras dos veces en la misma dirección, te das cuenta de que en cada pasada con la mirada aparece algo nuevo que en la primera no habías descubierto, si te asomas entre los troncos descubres nuevas maravillas ocultas.

  
  

El camino sigue y sube junto a esta pared de piedra dejando el río correteando a nuestra derecha y comenzando otro tramo de ascenso que hacemos a paso algo acelerado porque nos hemos cruzado con un grupo guiado bastante numeroso.

  
  
  
  
  

Cruzamos la carretera y ya solo nos queda una última colina de bajada tras la cual alcanzamos el parking desde el que comenzamos el paseo hace cinco horas y media.

  
  



Bellísimo lugar
Increíble recuerdo

Anotada como una de las favoritas sin dudas
Pilas requetecargadas

Ruta wikiloc