Castillo Xivert
Castellón - Alcalá de Xivert
FACIL - CIRCULAR - 15,3KM
Una de esas rutas a las que no le poníamos fecha nunca...La proponíamos y descartábamos dejándola siempre para otra ocasión...Cada vez que pasábamos por la autovía y veíamos el Castillo, decíamos ¿Cuando nos acercamos a verlo? Pero nunca parecía ser el día perfecto...Pues bien, hoy le ha tocado al fin. Siempre había pensado que la ruta parecía demasiado árida para hacer el verano y demasiado expuesta para hacerla bajo el frío del invierno....
Hoy en cambio, la temperatura de 14 grados y la humedad de la lluvia de ayer, formaban una combinación perfecta. El terreno se vestía de color marrón vistoso, los verdes de la vegetación que nos ha rodeado resaltaban limpios y brillantes y las vistas del paisaje que hemos disfrutado aparecían frente a nosotros despejadas de brumas...Un pasaje precioso bajo los primeros apuntes de la primavera que quiere despertar en breve.
Dejamos el coche y comenzamos nuestro paseo pasando junto a campos de alcachofas cubiertas por el rocío de la mañana y almendros en flor.
El olor a tierra mojada que despierta sentidos y el frescor de esta mañana de marzo nos animan a disfrutar del paseo cruzándonos con bastantes ciclistas en el camino...Encontramos varias pequeñas pozas de agua que se alimentan de la lluvia perfectamente canalizada para ser aprovechada en su descenso por la montaña y también nos llama la atención la gran cantidad de carchatas de piedra.
Sin salirnos del camino, cruzamos zonas boscosas y nos dejamos llevar acompañados por los sonidos de los pájaros y el azote de alguna que otra ráfaga de viento contra los árboles.
Comienzan a verse los brotes verdes, las pequeñas flores, el tímido despertar de la primavera..y me encanta entretenerme a fotografiar algunos detalles del invierno que se acaba y de la próxima estación que quiere amanecer.
Con frecuencia aparecen junto al camino restos en ruinas de pequeños corrales o casas
Llegamos junto a una construcción de piedra que luego, ya en casa, he descubierto que es la Barraca del Barranco de la Botona, ya que allí no había ningún panel informativo. Es una construcción de piedra muy curiosa, tipo iglú con un pequeño corralillo anexo. Se ve desde el camino, así que nos acercamos para verla de cerca.
Tras contribuir a la pila de piedras con una más que atestigüe nuestro paso, continuamos la marcha entre encinas en este bonito paseo por la Serra de Irta hasta llegar a una gran balsa casi vacía de agua.
Decidimos que es un buen momento para almorzar, así que tras una pequeña subida nos parapateamos del viento contra la pared de una balsa contra incendios que aparece en la cima y damos premio a nuestro paladar con un pequeño tentempié.
Cuando retomamos camino, la vista en el horizonte nos muestra una bonita estampa del mar, la playa y los verdes montes que nos rodean antes del llegar al pico de vigilancia de incendios y a la caseta que está en la cima del Tossal dels Ratons. Fotos junto al vértice geodésico y comenzamos el descenso en un largo camino de bajada.
Llevo todo el camino dándome cuenta de la gran cantidad de bulbos de este tipo que hay cubriendo extensas zonas del monte. Intuyo que deben ser de flor y que sus semillas, diseminadas por el viento han cubierto toda la zona porque ha muchísismos. Al final no me resisto, excavo con cuidado y desentierro un par de ellos cargándolos con cuidado en la mochila ... ¡Qué ganas tengo de que florezcan para ver qué me he traído!
Ya estamos cerca del castillo y lo cierto es que la caminata hasta ahora ha sido sencilla y muy placentera...Ultimo trecho y por fin aparece precioso delante de nosotros.
Cierto que impone en la distancia...es una construcción enorme. Se trata de una fortificación islámica del siglo X y XI que fue conquistada posteriormente por la Orden del Temple. En el acuerdo de rendición se llgó a un pacto en el que permitieron que los habitantes del mismo permanecieran en la zona manteniendo sus costumbres y religión, pero reubicándose fuera del castillo...Por ello, en la ladera se construyó una morería (arrabal o aljaba) fortificada de la que ahora sólo restan ruinas pero que permite entender y visualizar la ubicación donde se movió el poblado.
Con el tiempo, la población se fue convirtiendo al cristianismo y se integraron en esta cultura, pero pese a ello, cuando Felipe II ordenó la expulsión de los moriscos de España, todos fueron enviados al norte de Africa provocando que, tanto el poblado como el castillo quedaran en abandono y comenzara su proceso de ruina.
En el castillo sí que hay paneles informativos para que podamos entender qué eran las distintas dependencias que se distinguen entre las ruinas, donde se encuentran y cual fue la importancia de los principales elementos del fuerte : aljibe, iglesia, alcazaba, murallas, torres originales, torres anexas construidas por los templarios...
Impresionante construcción pese a su estado actual de ruina. El viento se ha girado fuerte y asomarnos al mirador es un reto, pero lo hacemos disfrutando con gozo de las enormes vistas del horizonte.
Salimos a la ladera a ver el poblado morisco, pero el acceso al mismo está cerrado por una valla y nos tenemos que contentar con verlo desde arriba.
Y antes de despedirnos, pasamos a ver la Muralla del Albacar donde aún se puede ver la inscripción islámica en la roca de la fachada que, según los que saben traducirlo, indica "El que concede la victoria es Dios".
Tras ello, nos despedimos de este Territorio Templario y comenzamos el descenso por pista y camino entre bosque hasta llegar de nuevo al coche. Un recorrido del todo recomendable de algo más de 15km en 4.30h
¡Ay, qué pena que haya que esperar hasta la siguiente!...¡Pilas Cargadas!
(Aunque cada vez me sabe a menos y quiero más..)
Ruta wikiloc
Hoy en cambio, la temperatura de 14 grados y la humedad de la lluvia de ayer, formaban una combinación perfecta. El terreno se vestía de color marrón vistoso, los verdes de la vegetación que nos ha rodeado resaltaban limpios y brillantes y las vistas del paisaje que hemos disfrutado aparecían frente a nosotros despejadas de brumas...Un pasaje precioso bajo los primeros apuntes de la primavera que quiere despertar en breve.
Dejamos el coche y comenzamos nuestro paseo pasando junto a campos de alcachofas cubiertas por el rocío de la mañana y almendros en flor.
El olor a tierra mojada que despierta sentidos y el frescor de esta mañana de marzo nos animan a disfrutar del paseo cruzándonos con bastantes ciclistas en el camino...Encontramos varias pequeñas pozas de agua que se alimentan de la lluvia perfectamente canalizada para ser aprovechada en su descenso por la montaña y también nos llama la atención la gran cantidad de carchatas de piedra.
Sin salirnos del camino, cruzamos zonas boscosas y nos dejamos llevar acompañados por los sonidos de los pájaros y el azote de alguna que otra ráfaga de viento contra los árboles.
Comienzan a verse los brotes verdes, las pequeñas flores, el tímido despertar de la primavera..y me encanta entretenerme a fotografiar algunos detalles del invierno que se acaba y de la próxima estación que quiere amanecer.
Con frecuencia aparecen junto al camino restos en ruinas de pequeños corrales o casas
Llegamos junto a una construcción de piedra que luego, ya en casa, he descubierto que es la Barraca del Barranco de la Botona, ya que allí no había ningún panel informativo. Es una construcción de piedra muy curiosa, tipo iglú con un pequeño corralillo anexo. Se ve desde el camino, así que nos acercamos para verla de cerca.
Tras contribuir a la pila de piedras con una más que atestigüe nuestro paso, continuamos la marcha entre encinas en este bonito paseo por la Serra de Irta hasta llegar a una gran balsa casi vacía de agua.
Decidimos que es un buen momento para almorzar, así que tras una pequeña subida nos parapateamos del viento contra la pared de una balsa contra incendios que aparece en la cima y damos premio a nuestro paladar con un pequeño tentempié.
Cuando retomamos camino, la vista en el horizonte nos muestra una bonita estampa del mar, la playa y los verdes montes que nos rodean antes del llegar al pico de vigilancia de incendios y a la caseta que está en la cima del Tossal dels Ratons. Fotos junto al vértice geodésico y comenzamos el descenso en un largo camino de bajada.
Llevo todo el camino dándome cuenta de la gran cantidad de bulbos de este tipo que hay cubriendo extensas zonas del monte. Intuyo que deben ser de flor y que sus semillas, diseminadas por el viento han cubierto toda la zona porque ha muchísismos. Al final no me resisto, excavo con cuidado y desentierro un par de ellos cargándolos con cuidado en la mochila ... ¡Qué ganas tengo de que florezcan para ver qué me he traído!
Ya estamos cerca del castillo y lo cierto es que la caminata hasta ahora ha sido sencilla y muy placentera...Ultimo trecho y por fin aparece precioso delante de nosotros.
Cierto que impone en la distancia...es una construcción enorme. Se trata de una fortificación islámica del siglo X y XI que fue conquistada posteriormente por la Orden del Temple. En el acuerdo de rendición se llgó a un pacto en el que permitieron que los habitantes del mismo permanecieran en la zona manteniendo sus costumbres y religión, pero reubicándose fuera del castillo...Por ello, en la ladera se construyó una morería (arrabal o aljaba) fortificada de la que ahora sólo restan ruinas pero que permite entender y visualizar la ubicación donde se movió el poblado.
Con el tiempo, la población se fue convirtiendo al cristianismo y se integraron en esta cultura, pero pese a ello, cuando Felipe II ordenó la expulsión de los moriscos de España, todos fueron enviados al norte de Africa provocando que, tanto el poblado como el castillo quedaran en abandono y comenzara su proceso de ruina.
En el castillo sí que hay paneles informativos para que podamos entender qué eran las distintas dependencias que se distinguen entre las ruinas, donde se encuentran y cual fue la importancia de los principales elementos del fuerte : aljibe, iglesia, alcazaba, murallas, torres originales, torres anexas construidas por los templarios...
Impresionante construcción pese a su estado actual de ruina. El viento se ha girado fuerte y asomarnos al mirador es un reto, pero lo hacemos disfrutando con gozo de las enormes vistas del horizonte.
Salimos a la ladera a ver el poblado morisco, pero el acceso al mismo está cerrado por una valla y nos tenemos que contentar con verlo desde arriba.
Y antes de despedirnos, pasamos a ver la Muralla del Albacar donde aún se puede ver la inscripción islámica en la roca de la fachada que, según los que saben traducirlo, indica "El que concede la victoria es Dios".
Tras ello, nos despedimos de este Territorio Templario y comenzamos el descenso por pista y camino entre bosque hasta llegar de nuevo al coche. Un recorrido del todo recomendable de algo más de 15km en 4.30h
¡Ay, qué pena que haya que esperar hasta la siguiente!...¡Pilas Cargadas!
(Aunque cada vez me sabe a menos y quiero más..)
Ruta wikiloc
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