Campos de Almendros, Vallanca y Paseo por el Río Bohilgues
Valencia - Ademuz
MODERADA - CIRCULAR - 17.6KM
Ya habíamos hecho esta ruta antes, pero no la tenía documentada y sabía que merecía la pena repetirla en esta época del año, así que decidimos dejar de babear viendo fotos de otros y nos personamos a disfrutarla en directo
La ruta tiene dos partes:
- La primera es árida y dura, pero tiene su belleza particular...subida desde Ademuz a los campos de almendros (sin duda, a tener en cuenta en época de floración).
- La segunda parte es espectacular en esta época y si no apetece el esfuerzo de la subida, bien puede obviarse haciendo sólo esta parte del recorrido (lineal directamente desde Ademuz a Vallanca ida y vuelta por el mismo sendero)
Arrancamos desde de la Fuente Vieja, junto a la Oficina de Turismo y debo decir que hoy me cuesta seleccionar las fotos porque he hecho ¡475!...y eso que no soy de las que se entretiene en ello... Simplemente disparo cuando me noto rodeada de belleza, a sabiendas de que esa foto jamás reflejará la realidad, pero con la esperanza de que al menos evoque en mi cabeza el recuerdo que con el tiempo se puede ir disipando.
El día está nublado, la probabilidad de lluvia es prácticamente nula y la luz para disfrutar de este paisaje es la perfecta, así que nos ponemos en marcha con la sonrisa puesta oyendo nuestras pisadas sobre una bellísima alfombra ocre de hojas secas.
En el cruce de este hermoso árbol elegimos seguir por la izquierda sabiendo que si seguimos recto haríamos el tramo fácil y la parte más bonita, el paseo del río Bohilgues (si seguimos por la derecha puede hacerse ida y vuelta por aquí para evitar la subida a los campos de almendros)
Salimos de este bucólico paisaje dejándolo para saborearlo al final y comenzamos la árida subida siguiendo una pista que nos permite entrar en calor con facilidad para quitarnos el fresquito matutino y ganarnos el almuerzo...
Los campos de almendros deben ser un jardín bellísimo en época de floración. Hoy nos llama la atención el suelo cubierto de piedras perfectamente labrado, los árboles todos alineados y la calma de este lugar donde sólo se oyen nuestros pasos.
Tras el esfuerzo de la subida, nos permitimos un homenaje y damos cuenta del bocata para reponer energías.
Seguimos por la misma pista hasta que encontramos una salida a la derecha un poco más adelante. No tiene pérdida y nos lleva directos hacia la cuesta Moya por la que bajamos en dirección hacia Vallanca.
Pasado esta primera etapa de la ruta, nos preparamos para el deleite mientras poco a poco nos vamos viendo rodeados nuevamente de los colores típicos de esta estación.
Comienza el recital de estampas. Verdaderas postales preciosas de las que mejor mirar que describir...Mucho podría escribirse para describir este paisaje, yo sólo me limito a compartirlo con la ilusión de que quien lo vea disfrute con ello.
Antes de llegar a Vallanca, vemos un sendero y recorremos un tramo por curiosear a ver donde lleva y vemos la enorme cueva bajo las casas del pueblo. Regresamos al camino, cruzamos el puente y entramos en la población.
Subimos las escaleras para ver la cueva del Hocino, la cavidad de la roca se ha convertido en un palomar del que, al sonido de nuestro pasos, salen en vuelo sincronizado un montón de sus inquilinas.
Continuamos por la carretera hasta el desvío de bajada a la derecha y seguimos las indicaciones hacia Ademúz.
Con paso tranquilo y deleitándonos de las sombras y mezcla de colores, disfrutamos de nuestro paseo por un camino ancho donde se mezclan tonos verdes, marrones, naranjas y amarillos.
La alfombra bajo nuestro pies, cada vez más tupida, cada vez más sonora en ese placentero crujir continuo. Una acequia natural a nuestra derecha nos acompaña con el relajante sonido del discurrir del agua.
Llegamos a la Fuente De FuenCaliente, cuyas aguas fluyen a la acequia natural empujando las hojas que flotan.
Y seguimos nuestro paseo entre innumerables rincones de verdadero encanto.
Llegamos al puente de la Veguilla donde vemos la caída del agua de la Presilla.
Hacemos una inmersión naranja y bajamos en busca de la cascada.
El camino se estrecha y pasamos a un sendero de los que nos gustan bajo los árboles. Encontramos caído el tronco sobre el que antes estaba anunciada la dirección hacia la Cascada.
Y por si con todo lo que he enseñado hasta ahora aún no han entrado ganas de visitar este lugar, ahora muestro un poco más, porque lo más bonito es a partir de aquí.
Llegamos a la Cascada que, no es que sea espectacular, pero el enclave donde se encuentra es de cuento así que encontrar un bonito salto de agua aquí es como ponerle un broche de oro al día.
El sendero, la hoz, el bosque...todo es de cuento... no tengo palabras. Mejor comparto mis fotos que ellas hablan solas.
Otro rincón especial... Otro más quiero decir...
Y más pilas...loading, loading...
Me paro, sonrío, me giro..no quiero dejar atrás lo que estoy viendo...no quiero que la ruta termine.
Y entre los árboles, multitud de ardillas..Esta nos mira descarada con curiosidad y me permite acercarme lo suficiente como para robarle una instantánea.
Cruzamos un puente y comenzamos la recta final...
Con tristeza llegamos al cruce donde esta mañana arrancábamos la subida a los almendros. Qué poquito queda...desandamos los últimos pasos y nos despedimos hasta de Pepito Grillo.
Cinco horas y media cortísimas
Un paseo de lujo
Una sonrisa que no me cabe
Menos mal que se inventó la cámara digital porque me hubiera arruinado a revelar carretes
¡Cuanta falta hace de vez en cuando una ruta de estas que te calman el alma!
Pilas cargadas y con ansia de ir a por la siguiente
Ruta wikiloc
La ruta tiene dos partes:
- La primera es árida y dura, pero tiene su belleza particular...subida desde Ademuz a los campos de almendros (sin duda, a tener en cuenta en época de floración).
- La segunda parte es espectacular en esta época y si no apetece el esfuerzo de la subida, bien puede obviarse haciendo sólo esta parte del recorrido (lineal directamente desde Ademuz a Vallanca ida y vuelta por el mismo sendero)
Arrancamos desde de la Fuente Vieja, junto a la Oficina de Turismo y debo decir que hoy me cuesta seleccionar las fotos porque he hecho ¡475!...y eso que no soy de las que se entretiene en ello... Simplemente disparo cuando me noto rodeada de belleza, a sabiendas de que esa foto jamás reflejará la realidad, pero con la esperanza de que al menos evoque en mi cabeza el recuerdo que con el tiempo se puede ir disipando.
El día está nublado, la probabilidad de lluvia es prácticamente nula y la luz para disfrutar de este paisaje es la perfecta, así que nos ponemos en marcha con la sonrisa puesta oyendo nuestras pisadas sobre una bellísima alfombra ocre de hojas secas.
En el cruce de este hermoso árbol elegimos seguir por la izquierda sabiendo que si seguimos recto haríamos el tramo fácil y la parte más bonita, el paseo del río Bohilgues (si seguimos por la derecha puede hacerse ida y vuelta por aquí para evitar la subida a los campos de almendros)
Salimos de este bucólico paisaje dejándolo para saborearlo al final y comenzamos la árida subida siguiendo una pista que nos permite entrar en calor con facilidad para quitarnos el fresquito matutino y ganarnos el almuerzo...
Los campos de almendros deben ser un jardín bellísimo en época de floración. Hoy nos llama la atención el suelo cubierto de piedras perfectamente labrado, los árboles todos alineados y la calma de este lugar donde sólo se oyen nuestros pasos.
Tras el esfuerzo de la subida, nos permitimos un homenaje y damos cuenta del bocata para reponer energías.
Seguimos por la misma pista hasta que encontramos una salida a la derecha un poco más adelante. No tiene pérdida y nos lleva directos hacia la cuesta Moya por la que bajamos en dirección hacia Vallanca.
Pasado esta primera etapa de la ruta, nos preparamos para el deleite mientras poco a poco nos vamos viendo rodeados nuevamente de los colores típicos de esta estación.
Comienza el recital de estampas. Verdaderas postales preciosas de las que mejor mirar que describir...Mucho podría escribirse para describir este paisaje, yo sólo me limito a compartirlo con la ilusión de que quien lo vea disfrute con ello.
Antes de llegar a Vallanca, vemos un sendero y recorremos un tramo por curiosear a ver donde lleva y vemos la enorme cueva bajo las casas del pueblo. Regresamos al camino, cruzamos el puente y entramos en la población.
Subimos las escaleras para ver la cueva del Hocino, la cavidad de la roca se ha convertido en un palomar del que, al sonido de nuestro pasos, salen en vuelo sincronizado un montón de sus inquilinas.
Continuamos por la carretera hasta el desvío de bajada a la derecha y seguimos las indicaciones hacia Ademúz.
Con paso tranquilo y deleitándonos de las sombras y mezcla de colores, disfrutamos de nuestro paseo por un camino ancho donde se mezclan tonos verdes, marrones, naranjas y amarillos.
La alfombra bajo nuestro pies, cada vez más tupida, cada vez más sonora en ese placentero crujir continuo. Una acequia natural a nuestra derecha nos acompaña con el relajante sonido del discurrir del agua.
Llegamos a la Fuente De FuenCaliente, cuyas aguas fluyen a la acequia natural empujando las hojas que flotan.
Y seguimos nuestro paseo entre innumerables rincones de verdadero encanto.
Llegamos al puente de la Veguilla donde vemos la caída del agua de la Presilla.
Hacemos una inmersión naranja y bajamos en busca de la cascada.
El camino se estrecha y pasamos a un sendero de los que nos gustan bajo los árboles. Encontramos caído el tronco sobre el que antes estaba anunciada la dirección hacia la Cascada.
Y por si con todo lo que he enseñado hasta ahora aún no han entrado ganas de visitar este lugar, ahora muestro un poco más, porque lo más bonito es a partir de aquí.
Llegamos a la Cascada que, no es que sea espectacular, pero el enclave donde se encuentra es de cuento así que encontrar un bonito salto de agua aquí es como ponerle un broche de oro al día.
El sendero, la hoz, el bosque...todo es de cuento... no tengo palabras. Mejor comparto mis fotos que ellas hablan solas.
Otro rincón especial... Otro más quiero decir...
Y más pilas...loading, loading...
Me paro, sonrío, me giro..no quiero dejar atrás lo que estoy viendo...no quiero que la ruta termine.
Y entre los árboles, multitud de ardillas..Esta nos mira descarada con curiosidad y me permite acercarme lo suficiente como para robarle una instantánea.
Cruzamos un puente y comenzamos la recta final...
Con tristeza llegamos al cruce donde esta mañana arrancábamos la subida a los almendros. Qué poquito queda...desandamos los últimos pasos y nos despedimos hasta de Pepito Grillo.
Cinco horas y media cortísimasUn paseo de lujo
Una sonrisa que no me cabe
Menos mal que se inventó la cámara digital porque me hubiera arruinado a revelar carretes
¡Cuanta falta hace de vez en cuando una ruta de estas que te calman el alma!
Pilas cargadas y con ansia de ir a por la siguiente
Ruta wikiloc
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