Benasque - Ibón Batisielles
Huesca - Pirineos
Fácil - Lineal - 15km
Una escapada fugaz a los Pirineos...un corto fin de semana exprimido entre una ruta de bici y una de senderismo...sumergidos en en paisaje que siempre maravilla.
Escribo esta ruta desde el recuerdo, porque la hicimos justo antes del confinamiento y con todo el año que vino después, nunca encontraba el ánimo ni las ganas para ponerme a documentarla...pero todo llega.
Esta vez fuimos con Marina y Jose que nos dan mil vueltas en el tema del ciclismo...Nos dejamos llevar a lo que ellos llamaron una ruta fácil y en la que yo acabé medio muerta jajaja...En los Pirineos cualquier ruta fácil es una montaña de las bonitas...de las que exigen y de las que hacen que disfrutes...Aun así, de Benasque a los Llanos del Hospital sonaba bien... sonaba a llanos...jajaja...Engañada fui, porque de llano aquello tuvo poco y yo me debatía entre mirar la rueda y la carretera o parar y detenerme a mirar el paisaje dejándolos que se fueran...pero bueno, luego nos tomamos revancha.
Elegimos ruta "sencilla" al Ibón de Batisielles aunque yo no sé si fue por el cansancio del día anterior en bici o por el calor intenso que hacía aquel día, pero alguna cuesta sí que la recuerdo respetable...De cualquier modo, nos cruzamos en la caminata desde niños hasta adultos o sea que es perfectamente asequible...Cada uno a su ritmo.
Arrancamos en el Valle de Estós, adentrándonos en el Parque Natural Posets Maladeta...Qué decir cuando las palabras se quedan sin valor frente al espectáculo que siempre ofrece Pirineos: bosque verde con mayúsculas, sonoros saltos de agua, riachuelos con copioso caudal, senderos de postal, caminos donde olvidarse del mundo y cuestas pedregosas de las que te ponen a prueba.
Mejor que las imágenes hablen, porque yo al menos, viéndolas no puedo pensar en otra cosa más que en volver pronto...

En el cruce, recuerdo que giramos a la izquierda...Muestra de lo imponente el paisaje es que alguien olvidó su cámara en algún descanso del camino (y no hablo de una de esas cámaras pequeñas que más o menos todo el mundo llevamos, sino una buena cámara!) Debió dejarse llevar por la belleza en directo y bajo un árbol la abandonó...Varios senderistas nos preguntaban si era nuestra...allí quedó a la espera de que volviera su olvidadizo dueño.
Madre mía si es que miro las fotos ahora, casi un año después y me muero de envidia qué bueno es no saber lo que nos depara el futuro...si hubiéramos sabido el año que se os venía encima...Siempre, siempre, siempre hay que disfrutar el momento y hacer cierto aquello de "Haz lo que deseas antes de que se convierta en lo que hubieras deseado haber hecho".
Qué ganas de volver...El ascenso recuerdo que fue bastante empinado hasta llegar al Ibonet de Batisielles y el calor apretaba en la subida...

Por fin, llegamos al Ibonet..Aquí hubo parada técnica y muchas fotos de postureo y recuerdo.
Bordeamos el ibonet por el sendero que queda pegado al mismo en dirección al Ibon de Escarpinosa

Que voy a decir yo que soy una rendida enamorada de este paisaje...Sé que no soy imparcial, pero no hay cosa más bonita que una montaña de bosque verde rodeada de cumbres con río y cascadas...y caro, aquí de todo eso...Pa' hartarte tienes!!

Tras un último tramo de subida por rocas llegamos al Ibón de Escarpinosa. Nos sorprende ver que un grupo de chavalines ha llegado allí a buen ritmo y aunque cansados, se recuperan en dos minutos metiéndose al agua y dándose un baño de envidia...Luego los vimos a la bajada trotando la mar de frescos como si no hubieran hecho nada extraordinario...
Comenzamos la vuelta y el descenso, si a la ida era algo técnico por las rocas, la vuelta rocas abajo requieren su atención... Siempre he temido más los descensos que las trepadas...Pero bueno, es un tramo pequeño y en seguida volvemos al sendero.
De nuevo en el Ibonet y seguimos el descenso a la sombra de los pinos.
Nos refrescamos un poco al llegar a la Fuente de Coronas que buena falta nos hacía.
La cámara se pasa modo Art sin darme cuenta y me saca dos cuadros del paisaje que parecen pintados.
Pasamos junto a la Cabaña de Santa Ana y cruzamos el puente que nos conduce hacia nuestro punto de partida.
Al final fueron casi 5 horas de caminata con paradas para descansos y fotos.
Cargamos pilas, sí...pero no suficientes para todo lo que vino después.
Fue remate muy chulo para la última escapada antes del confinamiento del Annus Horribilis.
Y luego todo fue en caída libre.
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