16 jul 2016

Valle de Ordesa

Huesca - Torla - Ordesa  

Moderada - Circular - 20km

Pradera -Senda Cazadores-Cola Caballo-Pradera

                                    

Fue en 2014 cuando visitamos esta zona por primera vez. Capturada por su belleza desde mucho antes de sacar la primera foto, ya me dije para mis adentros, ¡aquí vuelvo seguro! Es absurdo intentar describir este tipo de paisaje, porque no hay adjetivos ni calificativos que no queden pobres a la hora de vestir con palabras las vistas, laderas, cumbres, cascadas, bosques, senderos, y aún más difícil todavía sonidos como el de la ensordecedora caída del agua al chocar con las rocas en las numerosas cascadas que se suceden en el Río Arazas.

La ruta puede ser sencilla también si se hace desde La Pradera hasta la Cola de Caballo ida y vuelta por el valle. Este recorrido permite ver todas las cascadas, pero se pierde las vistas desde arriba. Con niños o si se quiere tomar a modo de paseo ese es el recorrido aconsejado.

Sin embargo, nosotros elegimos hacerla por la Senda de los Cazadores, un sendero a través del bosque de mucha pendiente y desnivel que hace que esta Ruta pase a Moderada en lugar de sencilla. Este tramo de la ruta se advierte que sólo se debe recorrer si el terreno está seco ya que tiene mucha pendiente (se ascienden 700m en 2,5km) y si no es así podría ser peligrosa (de hecho hay varios carteles durante el recorrido que lo indican, desaconsejando hacerla a partir de las 15h y señalándola como ruta muy peligrosa en condiciones de humedad. 

No es un paseo si no se está acostumbrado, aunque es cierto que el grado de dificultad es relativo y depende de lo acostumbrado que cada uno esté a este tipo de ejercicio. Pero en verano y sin lluvias, la dificultad se centra tan solo en esfuerzo físico.

Desde la pradera, cruzamos el río y buscamos la indicación que nos indica la Senda de los Cazadores.

  

Comienza el ascenso rápido y a la umbría del bosque las fuerzas se concentran en la subida, aunque en alguna curva, paramos a coger aire,  dejar de mirar el suelo, disfrutar las vistas y tomar alguna foto.

  

  

Vemos la nieve en las montañas cercanas y eso que estamos a mitad de julio. El sendero en sí está bien, lo difícil es subir esa pendiente tan prolongada hasta el Mirador, pero con calma sin prisa y parando las veces que sea necesario, todo el mundo lo consigue en más o menos tiempo. No hay que tomarlo como una carrera, sino adaptarse al ritmo de cada uno.

  
  

Con calma y sin prisas, a nosotros nos costó hora y media llegar al Mirador de Calcilaruego que hay arriba. Es un gran esfuerzo, en zigzag ascendente, resoplando y controlando la respiración (y el vértigo).

Cuando a la vuelta vi lo que habíamos subido me eché a reir, pues me pareció increíblemente memorable. Eso para arrancar el día jajaja, pero lo mejor es saber que una vez lo consigues, la parte dura ya está superada y el resto es sólo deleite y placer.

  
  

Nos tomamos media hora de descanso más o menos entre fotos y recuperarnos antes de continuar. Cada vez que alguien llegaba arriba a través de la senda, todos le saludábamos con una sonrisa enorme compartida ya que todos los allí presentes sabíamos del esfuerzo que supone.

Continuamos por la Faja de Pelay, disfrutando de unas vistas espectaculares de los picos más altos de la zona: Cilindro de Marboré (3328m) y el Monte Perdido (3355m) y seguimos en dirección hacia la cascada de la Cola de Caballo. La ruta no tiene pérdida y el sendero es claro, así que... ¡A disfrutarlo!

Y menudo disfrute...

  
  
  
  
  

Espectacular vivencia, sentirse tan cerca del cielo, y tan pegado al suelo...

             

Dejamos testigo de nuestro paso aportando piedra a las señales que indicaban el sendero tal y como tantos otros hicieron antes que nosotros y seguimos con nuestro paseo por las nubes.

  

  

  

Y si conseguimos dejar de mirar al horizonte (cosa más que difícil) y nos centramos en los detalles cercanos, el dedo vuelve a apretar la cámara de fotos en un sinfín de disparos. Es un jardín natural, plagado de hermosos detalles camuflados entre los muchos tonos verdes que nos rodean...

  

El camino sigue entre bosque y laderas...Esta bonita excursión es sin duda de las que mejores vistas nos ha enseñado.

  
 

Comenzamos a ver la senda que lleva el destino de la Cascada de la Cola de Caballo cruzando el valle de Soaso, a nuestros pies... Nosotros volveremos por ella hacia la pradera.

 

  

Cada vez más cerca y al final...¡Premio! Nos refrescamos un poco en el río antes de aproximarnos hasta el mismo pie de la famosa cascada.

  
  

Y sí, hemos llegado a La Cola de Caballo...preciosa, ensordecedora,enorme, pero para mi gusto, le gana en belleza el paseo anterior. Tardaré en quitármelo de la cabeza y lo difícil será encontrar rutas que me impacten de esta forma:

  

                  

  

Comenzamos el regreso y por fín veo qué era lo que le estaba dando ese color amarillo a las montañas...Esta ladera está plagada de esta florecilla a modo de alegre tapiz.

  

  

Bueno, pues como este manso rebaño no tiene intención de apartarse del sendero, tenemos que pasar junto a el, lo cierto es que son muy mansos pero impresiona el tamaño que tienen.

  

El sendero de regreso es un dulce paseito...Volvemos junto al río Arazas en busca de las cascadas y atravesamos el Circo de Soaso.

  

  

Las primeras cascadas que encontramos son Las Gradas de Soaso. Preciosas.


  

  

Seguimos camino y las vemos desde un poco más abajo... espectacular, por poner un adjetivo que en el fondo sabemos que queda pobre.

 

Y el jardín a los lados durante todo el camino..

  
  

El murmullo del río es un reclamo al que al final sucumbimos y nos deleitamos con un refrescante descanso. Seguramente, no hacerlo debe ser casi pecado.

  

                 

Y seguimos con nuestro caminito de regreso, disfrutando de cada rincón, que para eso hemos venido.

  

  

Pasamos bajo el Bosque de Hayas. En otoño debe ser espectacularmente hermoso...(¡¡Anotado queda!!)

  

  

                

LLegamos a la Cascada del Estrecho y Cascada de la Cueva. Dos saltos de agua que, obviamente, no nos dejan indiferentes. 

  

  

  

Y como siempre digo...Ninguna foto hace justicia...no tiene sonido, ni movimiento, ni puede retratar más que una porción de lo que es...pero en el recuerdo sí se queda el registro...menos mal.

             

  

Seguimos con el dulce paseo de este día perfecto y llegamos al puente de Arripas.

  
  
 

De nuevo camino por bosque de vivos verdes llegando al tramo final...

  

   

El delicioso final de la ruta que nos deja la mirada exhausta y el alma feliz.

  

  


Y antes de acabar, vemos el Mirador al que subimos al principio de la ruta, y riendo digo...¿Ahí arriba hemos subido? jajajaja. ¡Increible!

                                  

Ruta espectacular, maravilla de la naturaleza digno de visitar, impresionante conjunto natural, totalmente recomendable para disfrutarla sin prisas. Si quitamos los tramos de descanso y paradas para fotos y regocijo, la ruta se queda en unas 6h, 

Recomendaciones: que no falte agua, calzado cómodo y algo energético tipo cacaos o chocolatinas porque tras el esfuerzo inicial es necesario algo que ayude a recuperar rápido. El resto es un paseo precioso.

Pilas cargadas (y esta vez, de las de Litio ¡que duran más!)

Ruta Wikiloc


No hay comentarios:

Publicar un comentario