ARAGÓN - RIODEVA
Moderada - Circular - 15km
Riodeva - Amanaderos - Riodeva
Le tenía ganas, lo reconozco...Esta es una de esas rutas que llevaba tiempo queriendo hacer y hoy me he quitado la espinita... La declaro para mis adentros una de las rutas imprescindibles para repetir.
Antes de describir la ruta siempre pienso una palabra clave, algo que me haya estado rondando todo el día en la mente y que de forma recurrente viene a mi cabeza en cada uno de esos rincones que luego la definirán en mi recuerdo. La de hoy ha sido "sorpresa".
Sabía que me iba a gustar, sabía que tenía todo lo que yo busco, pero ha sobrepasado mis expectativas y eso ha sido todo un regalazo inesperado, así que me he vestido con las mejor de mis sonrisas: la de estar regodeándome de placer en cada paso, en cada click de la cámara y en cada gota de sudor (que también las ha habido).
Comenzamos en Riodeva, un pueblecito de la provincia de Teruel, cerca de Javalambre. Llegamos temprano y ya en la sinuosa carretera de acceso al pueblo, nos hemos cruzado con unas cabras delante del coche que han cruzado saltando al vernos llegar y nos miraban descaradas desde la montaña. No llevaba la cámara preparada y además esos momentos siempre te dejan boquiabierta e inmovilizada unos segundos así que cuando he reaccionado ya habían corrido a esconderse y su piel se confundía con la maleza del monte.
Arrancamos la ruta con la sensación de que va a ser un gran día mientras nos alejamos de la población buscando el GR-8 en dirección Amanaderos.
La luz de la mañana es perfecta, esos días con nubes de las que no parecen amenazar tormenta pero que te hacen pensar lo de "Menos mal que llevo el chubasquero, porque si le da por caer..." Esos días son perfectos..Siempre lo son...
El camino de salida de Riodeva ya es bonito...No hay que esperar...el disfrute, ha comenzado desde los primeros pasos.
Poco a poco nos vamos alejando del camino asfaltado y pasamos a un camino pedregoso, cargado de los aromas a tierra húmeda por las lluvias recientes. Pasamos junto a esta acequie en alto, al murmullo del reguero de agua que corre sin prisas junto al camino.
Entramos en un cañón que es el Barranco de los Amanaderos. Los marrones rojizos con las primeras luces del día tienen una fuerza explosiva que hace de imán...difícil dejar de mirarlos.
Llegamos a una balsa de agua que tiene un rebosadero por el que sale el agua. Es una zona muy tranquila, sin más ruido que el suave gorgoteo del agua.
Los reflejos del sol en el agua son destellos de luz, flashes naturales que deslumbran en el camino...
Llegamos al Molino Montereta, un rinconcito precioso y donde hacemos fotos a la Cascada del Molino
Nos alejamos mirando atrás y seguimos el sendero que va paralelo al río y que nos guía hacia una casa en ruinas
Un tramo de refrescante sonidos, colores y aromas...Explosión de sensaciones que agudizan los sentidos.
Llegamos al siguiente salto de agua, es el Salto del Molino con una poza verde a sus pies...Seguro que tiene muchos visitantes los días de calor..Hoy está para nosotros solos....al menos a estas horas de la mañana, así que la disfrutamos con egoísmo, sin compartir con nadie más.
Volvemos al camino y seguimos ruta...¡Qué disfrute! El camino sigue paralelo al río y nos ofrece vistas muy bonitas para que miremos adelante ya que cuesta dejar de mirar hacia atrás.
El Sol ya calienta, pero las nubes siguen jugando a nuestro favor, regalándonos sombras alternadas con sol rabioso
Bajo las botas, el barro y la hierba pasa a ser un suelo pedregoso de piedra suelta y comienza el tramo más duro: en ascenso, sobre lascas sueltas y justo ahora, sin nube que nos apoye dando sombras...
Un descanso por favor...La subida se nota en las piernas, las gotas de sudor resbalan por nuestras caras.-. Nos animamos el uno al otro diciéndonos que ya queda menos. Es el único tramo duro de la ruta así que cuanto antes lo pasemos, mejor...Un esfuerzo más y por fin llegamos al mirador de la siguiente cascada, el Salto de la Virgen Blanca.
Nos salimos del camino para acercarnos un poco a verla de cerca....De pronto, al oirnos acercar, unas ramas se mueven más abajo y un grupo de cabras salen saltando gráciles de roca en roca.


La cascada desde aquí es impresionante, pero no nos acercamos mucho.
Volvemos al camino y a la subida, según nos guía nuestro sendero y llegamos a ver las pasarelas del mirador de la siguiente cascada: El Salto Polaina
En unos minutos llegamos a las barandas del mirador al Salto, al que nos quedamos mirando y disfrutándolo unos minutillos extra...
Seguimos andando...Pedro se ríe de ver mi cara de felicidad, pero es que de verdad que es un disfrute poder pasear por estos rincones de la naturaleza...
Comienza un tramo del camino en el que hay que saltar varias veces de un lado a otro del río, pero hay piedras para poder pasar sin problemas.
El cielo sigue en calma...pequeñas nubes que van y vienen.
Seguimos las indicaciones de la Ruta de las Cascadas hacia Las Ninfas
Nos cruzamos con unos chicos que están haciendo barranquismo...les saludamos y pedimos permiso para grabarles, nos dan su dirección así que en cuanto descarguemos el video se lo mandaremos...Parece divertido, al menos ellos lo están pasando bomba.
Las rocas de las montañas y el azul del cielo vuelven a atraparme como imán.
Pero no tanto como los saltos de agua que siguen acompañándonos en el camino.
Aunque cueste, hay que salir de estos rincones que atrapan y en los que podrías quedarte todo el rato viendo pasar las horas, y hasta los días.
Esta parte del camino es la que más me ha gustado, es preciosa y la he disfrutado muchísimo...¡¡Qué cantidad de rincones verdes de cuento!! Seguimos andando a ver qué más sorpresas nos depara esta ruta...Y en efecto, llegamos al Salto de las Ninfas ¿Pero... cuántas cascadas hay en esta ruta?
Llegamos a la Poza que se forma a la caída del agua y como no, hacemos fotos, muchas fotos.... Aunque es una pena, porque el sol pica fuerte y se come la luz que tanto me gusta así que busco hacer las fotos desde la sombra intentando no fotografiar los sitios soleados.
Justo al lado del salto, arrancan unas escaleras de madera y barandillas para para subir a lo alto de la cascada y seguir la ruta, así que... ¡allá vamos!
Llegamos a lo alto, pero es más bonito desde abajo, apreciando la caída del agua. Aun así, merece la pena el espectáculo...Agua mansa que se dirige hacia el borde de la caída y desaparece en el vacío, abrazada por grandes montañas...
Seguimos subiendo por las escaleras un poco más arriba y llegamos frente al último salto: Salto de las Yegüas
Arriba llegamos a una pinada, donde hay coches aparcados de gente que ha venido a pasear y disfrutar de este rincón.
Esta era la última cascada, pero seguimos un poco más por la pista forestal, buscando un rincón para comer.
Llegamos a unas rocas enormes, bajo las cuales vemos que el agua brota y decidimos que aquí es un buen sitio para parar a descansar y comentar todo lo visto. Aún nos queda el regreso, el aire es fresco y nos ponemos unas chaquetas para no coger frío porque llevamos las espaldas chopadas del sudor por las mochilas.
Aquí el menú y las vistas del restaurante:
Toca regresar, pero antes foto para el recuerdo y revisión del cartel informativo, para ver que no nos hemos dejado nada por ver...¡menuda ruta más completa!...
Las nubes vuelven en nuestro auxilio y nos dan un respiro para el regreso ahora que toca regresar. El regreso no es tan chulo como la ida, porque hemos elegido pista para hacer un recorrido circular en lugar de lineal.
La pista nos da unas buenas vistas de la zona eso sí, pero no sobre la zona que hemos pasado, sino de otra mucho más árida y desértica
Salimos de la pista y bajamos montaña a través, siguiendo la ruta, que evita las curvas del camino...Quien diría que al otro lado de la montaña hay esa cantidad de cascadas y rincones verdes...
Por fin unos huertos que nos indican que ya nos acercamos a la civilización y al fondo, a lo lejos, ya divisamos Riodeva...
Pues eso, sin palabras me he quedado...¡Menuda pedazo ruta más chula!
Sólo que cuando la repita (porque esta es de las que sabes que se repetirán) no haré la vuelta por la pista, porque se hace un poco aburrido después de tanta explosión de color en la primera mitad...Merece la pena volver por el mismo camino, o al menos hacerlo en sentido contrario para que la parte final no desmerezca a la inicial.
En fin...me voy a dormir y a soñar con la siguiente....¡Pilas cargadas!