Aragón -Teruel - Pitarque
Fácil - Lineal - 12km
Nacimiento del Río Pitarque
Preciosa ruta de Otoño. Me encanta cuando no tienes grandes expectativas y la ruta te sorprende. Este ha sido el caso. Es una ruta simplona, fácil, sin pendientes ni esfuerzos, con un desnivel de apenas 150m, una ruta ideal para ir con niños, donde puedes deleitarte del paisaje que, en esta época del año, está plagado de rojos amarillos naranjas y verdes. Un sueño ocre.
La ruta parte de Pitarque, un pequeño pueblo al que llegamos tras un viaje entre niebla y nubes en un trayecto que al principio nos hizo dudar sobre si podríamos hacer la ruta o no.
Conforme nos acercamos, las nieblas se van despejando, la carretera nos muestra el paisaje otoñal que es la magia de esta zona y nos lleva hasta Pitarque, donde aparcamos el coche y arrancamos la ruta.
Salimos del pueblo siguiendo las indicaciones que nos guían, callejeando en nuestra salida del pueblo, hacia el punto de inicio de la ruta hacia el Nacimiento del Río
Arrancamos nuestro paseo a las 10:30h, pasando junto a muros de piedra, aclimatándonos al frío y a la humedad de la zona tras las lluvias de la noche y la niebla de la mañana.
Y el sendero nos saca las primeras sonrisas al meternos de lleno en la foto de cuento con la que todos soñamos al imaginar el otoño
Avanzamos por el camino disfrutando de cada curva, de las vistas de las montañas y del frío de la mañana.
Mirando atrás vemos en la distancia el pueblo de partida, Pitarque, y mirando adelante vemos a lo lejos nuestro destino...
El camino sigue siendo fácil, muy fácil...Tanto que podemos disfrutar mientras caminamos de las vistas de esta ruta que son preciosas.
A mitad de nuestro trayecto, nos encontramos con la Ermita de la Virgen de la Peña
De vuelta al camino, a seguir disfrutando del paseo del día y comentamos lo fácil y bonita que es esta ruta para cualquiera que no se maree en coche porque eso sí...la carretera de llegada tiene unas cuantas curvas.
Llegamos a una primera cascada. A partir de este punto, el agua surge continuamente al camino desde cualquier rincón y la vegetación se vuelve más verde.
Salimos de este bonito rincón pisando hojas secas y en seguida nos topamos con la antigua Central Hidroeléctrica de Pitarque
Efectivamente, tal y como reza el letrero informativo, se encuentra en estado ruinoso, pero su aspecto se encuentra integrado en el entorno, y sus grietas cada vez están más cubiertas por las hiedra
Nos alejamos y seguimos nuestra caminata adelante sin esquivar las hojas que de vez en cuando se desprenden de sus ramas.
Algunas zonas del camino están cruzadas por otras cascadas secas. Se adivina que, en épocas de lluvias abundantes debe caer por aquí el agua que se desliza de las montaña inundando el sendero, pero aún no es el caso y pese a ello varias de estas zonas se encuentran embarradas.
Algunas águilas nos sobrevuelan y vemos un gran buitre (o al menos pensamos que se trata de eso) que pasa sobre nosotros y se posa en una montaña cercana con las alas extendidas como controlando el horizonte. Estuvimos intentando grabarlo cuando reiniciara el vuelo, pero al final nos cansamos de esperar porque estuvo en esa misma pose un buen rato así que seguimos nuestro camino.
El camino a esta altura está mojado, embarrado y en algunas ocasiones cubierto de agua, aunque frente a las cascadas hay pasarelas para evitar que el agua arrase el camino
El paisaje sigue siendo cautivador y el río suena a nuestra izquierda.
Mires donde mires, no puedes dejar de disfrutar de este lugar, sin duda en su mes de mayor esplendor.
Llegamos a un tramo donde podemos bajar al nivel del río y nos asomamos a verlo discurrir.
Es un sitio precioso, lástima que haya gente tenga la mala costumbre de dejar mala huella por donde pasa, en lujar de dejar tan solo las huellas de sus pasos...Las "cuevas" están llenas de bolsas y excrementos, rompiendo la magia del idílico rincón.
Volvemos al sendero, camino cubierto de hojas secas, musgo entre las sombras y hiedra salvaje
Y llegamos al puente cerca del final de nuestra ruta, donde nos encontramos frente a una foto impresionante, un lugar impactante, donde los ecos de nuestras voces quedan acallados por el ruido del agua.
El río, en su recorrido ha hecho que la roca lateral de la montaña se curve a modo de "C" y quede como una gran cueva. Es espectacular y enorme.
El río en su paso por este lugar es algo que evidentemente no deja indiferente a nadie, nosotros al menos nos recreamos en sitios como este. Aquí es fácil cargar pilas.
Avanzamos hacia la chimenea por donde en época de lluvias sale el agua, para ello primero pasamos por algunos escalones preparados para acceder por la roca evitando el río
Llegamos a una "playeta" que imaginamos debe ser un buen premio para aquellos que hagan la ruta en verano
Un tramo final de escalones adaptados que, dado mi vértigo, debo reconocer que me hicieron pasar un mal trago (pese a no tener ningún peligro ya que había cadena para agarrarte y están firmemente anclados) y llegamos al final del recorrido.
Nos ha costado dos horas y media llegar aquí aproximadamente, el regreso será mucho más rápido. Iniciamos el regreso sobre las 13h, Volvemos, desandando nuestros pasos por el mismo camino de ida sobre el mismo sendero cubierto de hojas secas y bayas rojas caídas.
Nos vamos despidiendo del lugar en cada paso disfrutando del placentero crujir de las hojas bajo nuestras botas. Nos fijamos en esa gran roca incrustada entre las dos verticales que no vimos antes, y en los pequeños detalles del camino que ya nos llamaron la atención a al ida y nos vuelven a llamar la atención en nuestro regreso... Cuando llegamos de vuelta al pueblo son las 14:20h
Pilas cargadas
La ruta parte de Pitarque, un pequeño pueblo al que llegamos tras un viaje entre niebla y nubes en un trayecto que al principio nos hizo dudar sobre si podríamos hacer la ruta o no.
Conforme nos acercamos, las nieblas se van despejando, la carretera nos muestra el paisaje otoñal que es la magia de esta zona y nos lleva hasta Pitarque, donde aparcamos el coche y arrancamos la ruta.
Salimos del pueblo siguiendo las indicaciones que nos guían, callejeando en nuestra salida del pueblo, hacia el punto de inicio de la ruta hacia el Nacimiento del Río
Arrancamos nuestro paseo a las 10:30h, pasando junto a muros de piedra, aclimatándonos al frío y a la humedad de la zona tras las lluvias de la noche y la niebla de la mañana.
Y el sendero nos saca las primeras sonrisas al meternos de lleno en la foto de cuento con la que todos soñamos al imaginar el otoño
Avanzamos por el camino disfrutando de cada curva, de las vistas de las montañas y del frío de la mañana.
Mirando atrás vemos en la distancia el pueblo de partida, Pitarque, y mirando adelante vemos a lo lejos nuestro destino...
El camino sigue siendo fácil, muy fácil...Tanto que podemos disfrutar mientras caminamos de las vistas de esta ruta que son preciosas.
A mitad de nuestro trayecto, nos encontramos con la Ermita de la Virgen de la Peña
De vuelta al camino, a seguir disfrutando del paseo del día y comentamos lo fácil y bonita que es esta ruta para cualquiera que no se maree en coche porque eso sí...la carretera de llegada tiene unas cuantas curvas.
Llegamos a una primera cascada. A partir de este punto, el agua surge continuamente al camino desde cualquier rincón y la vegetación se vuelve más verde.
Salimos de este bonito rincón pisando hojas secas y en seguida nos topamos con la antigua Central Hidroeléctrica de Pitarque
Efectivamente, tal y como reza el letrero informativo, se encuentra en estado ruinoso, pero su aspecto se encuentra integrado en el entorno, y sus grietas cada vez están más cubiertas por las hiedra
Nos alejamos y seguimos nuestra caminata adelante sin esquivar las hojas que de vez en cuando se desprenden de sus ramas.
Algunas zonas del camino están cruzadas por otras cascadas secas. Se adivina que, en épocas de lluvias abundantes debe caer por aquí el agua que se desliza de las montaña inundando el sendero, pero aún no es el caso y pese a ello varias de estas zonas se encuentran embarradas.
Algunas águilas nos sobrevuelan y vemos un gran buitre (o al menos pensamos que se trata de eso) que pasa sobre nosotros y se posa en una montaña cercana con las alas extendidas como controlando el horizonte. Estuvimos intentando grabarlo cuando reiniciara el vuelo, pero al final nos cansamos de esperar porque estuvo en esa misma pose un buen rato así que seguimos nuestro camino.
El camino a esta altura está mojado, embarrado y en algunas ocasiones cubierto de agua, aunque frente a las cascadas hay pasarelas para evitar que el agua arrase el camino
El paisaje sigue siendo cautivador y el río suena a nuestra izquierda.
Mires donde mires, no puedes dejar de disfrutar de este lugar, sin duda en su mes de mayor esplendor.
Llegamos a un tramo donde podemos bajar al nivel del río y nos asomamos a verlo discurrir.
Es un sitio precioso, lástima que haya gente tenga la mala costumbre de dejar mala huella por donde pasa, en lujar de dejar tan solo las huellas de sus pasos...Las "cuevas" están llenas de bolsas y excrementos, rompiendo la magia del idílico rincón.
Volvemos al sendero, camino cubierto de hojas secas, musgo entre las sombras y hiedra salvaje
Y llegamos al puente cerca del final de nuestra ruta, donde nos encontramos frente a una foto impresionante, un lugar impactante, donde los ecos de nuestras voces quedan acallados por el ruido del agua.
El río, en su recorrido ha hecho que la roca lateral de la montaña se curve a modo de "C" y quede como una gran cueva. Es espectacular y enorme.
El río en su paso por este lugar es algo que evidentemente no deja indiferente a nadie, nosotros al menos nos recreamos en sitios como este. Aquí es fácil cargar pilas.
Avanzamos hacia la chimenea por donde en época de lluvias sale el agua, para ello primero pasamos por algunos escalones preparados para acceder por la roca evitando el río
Llegamos a una "playeta" que imaginamos debe ser un buen premio para aquellos que hagan la ruta en verano
Un tramo final de escalones adaptados que, dado mi vértigo, debo reconocer que me hicieron pasar un mal trago (pese a no tener ningún peligro ya que había cadena para agarrarte y están firmemente anclados) y llegamos al final del recorrido.
Nos ha costado dos horas y media llegar aquí aproximadamente, el regreso será mucho más rápido. Iniciamos el regreso sobre las 13h, Volvemos, desandando nuestros pasos por el mismo camino de ida sobre el mismo sendero cubierto de hojas secas y bayas rojas caídas.
Nos vamos despidiendo del lugar en cada paso disfrutando del placentero crujir de las hojas bajo nuestras botas. Nos fijamos en esa gran roca incrustada entre las dos verticales que no vimos antes, y en los pequeños detalles del camino que ya nos llamaron la atención a al ida y nos vuelven a llamar la atención en nuestro regreso... Cuando llegamos de vuelta al pueblo son las 14:20h
Pilas cargadas
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