ANNA-GORGO DE LA ESCALERA-CASA DE LA CASCADA-GORGO CATALÁN-GORGO DE GASPAR-ANNA

Comunidad Valenciana - Anna

FÁCIL - CIRCULAR - 15KM

Nos apetecía una ruta fácil y verde así que, haciendo memoria y repasando mi libreta de caminatas pendientes, me he acordado que hace un tiempo estuvimos viendo los Charcos de Quesa y nos quedamos con las ganas de ver los Gorgos de Anna que paraban muy cerda, así que para hoy hemos decidido realizar esta ruta que nos permita quitarnos la espinita pendiente

El paseo, de 13km, ha durado menos de cinco horas incluyendo paradas para fotos así que es bastante sencillo para cualquier público. Nuestra única complicación fue la de encontrar el suelo arcilloso muy embarrado en algunas zonas, pero a parte de eso nada más.

Aparcamos el coche en Anna (el nombre de este municipio viene del árabe y significa agua, en reflejo de lo que es el elemento esencial de su identidad) y salimos en dirección al Gorgo de la Escalera, al que bajamos por una larga escalera de 136 escalones que desciende desde el pueblo hasta el lago.

La imagen desde arriba es un bonito espectáculo adornado por las brumas que se flotan sobre el agua y pese a que en verano se cobra para acceder a este lugar, ahora el acceso es gratuito.

Cruzamos por el muro que hace las veces de presa y subimos una empinada, pero corta cuesta que nos lleva a unos campos que hay justo arriba ayudados por unas cuerdas para no resbalar porque el suelo está totalmente embarrado

Una vez arriba, salimos al camino introduciéndonos rápidamente en un bosque precioso con el suelo cubierto por una mullida alfombra de hojas secas

Llegamos a las ruinas de una "fábrica de luz". Poco he averiguado sobre estas ruinas salvo que se aprovechaban de los saltos del agua y que ahora forman parte del patrimonio arqueológico industrial de Anna. En cualquier caso, las ruinas a esta hora de la mañana, con las sombras y las brumas del bosque nos ofrecen unas imágenes mágicas.

Seguimos el sendero que baja junto al río alejándonos de las ruinas cubiertas de raíces y hiedra.

Este tramo es precioso, ideal como escenario para un rodaje de película...Es una maravilla y sólo se oyen los pájaros nuestras pisadas sobre las hojas secas, el río y al fondo cada vez más cerca, el sonido de la cascada a la que nos acercamos.

El vapor de agua flota en el aire y es como estar sumergidos en la niebla.

Un rincón del que cuesta alejarse, pero queda mucho por ver así que un último vistazo y retrocedemos unos metros sobre la alfombra rojiza.

La humedad de la zona es perfecta para la aparición de hongos y setas.

En un principio, creíamos que había que cruzar el río, pero no es necesario. Hay un paso antes de llegar a este punto, pero aún así nos asomamos a ver esta opción.

Yo no me animo a cruzar, las rocas están muy resbaladizas y finalmente elegimos por seguir por la senda que hay a la derecha antes de llegar al cruce del río.

Comenzamos a subir con cuidado porque el suelo resbala mucho por el barro y es un tramo bastante empinado.

Salimos a un camino y la ruta gira a la derecha, pero a la izquierda vemos una cascada que no queda muy lejos, por lo que nos salimos de la ruta y nos acercamos a verla (luego nos dimos cuenta de que la ruta llevaba igualmente a esa cascada al final de la caminata, o sea que no nos la hubiéramos perdido)

Regresamos al punto donde habíamos abandonado la ruta y seguimos el sendero

Salimos a una carretera y llegamos a un pequeño bosque donde hacemos una paradita para almorzar y darnos un capricho navideño que nos sabe a gloria antes de seguir el camino.

La carretera tiene varios desvíos hacia los bancales de cultivos, pero nosotros seguimos por ella pasando enfrente de Anna y curioseando sobre la gran cantidad de piedras con minerales que encontramos en el camino

Nos salimos por este desvío para adentrarnos en el bosque a la derecha, por un camino de tierra a la sombra de los pinos.

El camino se transforma en sendero y el sendero pasa a ser, en algunos tramos, surcos formados en el suelo por el arrastre de las aguas de las lluvias. Un paseo muy bonito, bajo la pinada que deja pasar entre las ramas los rayos del sol, cosa que se agradece porque aquí se nota mucho la humedad...De hecho, las hierbas siguen estando cubiertas de rocío pese a ser ya las 11.30 de la mañana.

Salimos a un camino y llegamos a una valla que corta el camino al tráfico pero que permite seguir el paseo a los que vamos andando y seguimos por bosque.

Según he leído, al parecer, cerca del río se descubrió una veta de agua salada y alguien decidió explotarla, subiendo el agua a unos depósitos verdes que vemos en el camino para evaporarla en calderas y obtener la sal. Hoy en día todo esto está en estado de abandono.

De pronto nos encontramos con una vieja máquina abandonada y oxidada junto al río. Está dejada en el olvido en una antigua explotación de sal...Cómo no, coronamos el hallazgo como si fuera una torre conquistada.

Nos alejamos del lugar y retomamos el camino. Tras andar un tramo, cruzamos el río, saltando rocas y llegamos junto a unos campos de olivos

Y al poco, alcanzamos un área recreativa, una zona muy bonita y cuidada

Cruzamos por el muro mientras al otro lado, un señor que se entretenía cortando leña nos gritaba en respuesta a nuestro saludo que también podíamos ir por la otra orilla. Le agradecemos la indicación peor seguimos por donde vamos.

Pasamos un tramo corto junto al río y campos de naranjas.

Y el agua del río, de pronto se vuelca en el Gorgo Catalán, al que llegamos bajando unos escalones junto a la caída de agua que lo alimenta, Vemos que está habilitado y que lo han cerrado con pared de hormigón para convertirlo en zona de baño con escalera para poder salir del agua.

Junto al Gorgo Catalán, unos campos de caquis nos llaman la atención por su colorido y por lo cargadas que están las ramas de estos frutos.

Vemos la indicación hacia la Fuente Negra, pero no está en nuestra ruta...He leído que el agua brota del suelo y es el origen de la cascada que luego alimenta al Gorgo Catalán. Nosotros no la vimos, seguimos en dirección a la Fuente de los cinco caños..

Y continuamos por la carretera hasta cruzar el puente que llega al pueblo.

En el desvío de la cuesta empedrada, bajamos primero junto a la alameda para ver la fuente y luego desandamos y subimos por la cuesta que realmente es la Bajada del Molino y entramos en las calles de Anna.

Aparecemos junto al Palacio de los Condes de Cervellón y la Fuente de Santa María

Callejeando según nuestra ruta, pasamos junto a las ruinas de la Fábrica Miguelín que en el pasado fue una fábrica de lana que dio empleo a casi 100 personas y que desapareció en un incendio.

El camino de bajada lleva a la cascada que vimos al principio de la ruta al salirnos de la senda. Como ya la hemos visto, continuamos hacia el Gorgo de Gaspar.

Junto a la cascada, a la izquierda hay una subida por la que sigue nuestra ruta..Empinada y resbaladiza, pero que nos lleva al punto final de nuestra ruta.