22 abr 2018

Cuenca: Cañón del Río Mira

Cañón del río Mira hasta el Collado


Cuenca - Mira


FACIL - Circular - 26KM 




Ruta casi lineal, alternando en ida y vuelta los márgenes del río, super fácil y que se puede hacer tan larga como se desee...Preciosa en primavera, la anotamos para otoño porque debe ser espectacular en esa estación.

Salimos de Mira siguiendo el GR 64...es una ruta en la que el recorrido no tiene pérdida y está perfectamente indicado.

  
  

Cruzamos preciosos campos de cultivo, mayormente plagados de viñedos bajo el cielo gris, teniendo como compañero al río que no nos abandonará en todo nuestro camino.

  
  

Pasamos junto un azud y el sonoro salto de agua nos hace salir del camino para  acercarnos y poder verlo de más cerca.

  
  
  

El camino nos lleva hasta el Molino Harinero de la Hoz, también conocido como el Molino de la tía Veranea o de Fermín Valero. Dejándolo a la derecha encontramos el sendero por el que arranca propiamente nuestro paseo de hoy.

  
  
  

Un pequeño tramo de subida y llegamos al Mirador del Pozo de las Ánimas desde el que disfrutamos de las vistas y el paisaje.

  
  
  

Y desde allí, podemos visualizar el sendero por el que será nuestro regreso. El paisaje promete y la mezcla de verdes con los nuevos brotes nos gusta..que le vamos a hacer..¡Nos gusta el verde!

  
  
  
  

Un bonito tramo entre bosque y pinada...¡de los que enamoran!

  
  
  

El río nos regala música, frescor y preciosas imágenes para recordar el día...Su sonido se acompaña con los crujidos de los troncos que se balancean a la suave brisa del viento y el trinar de los pájaros que revolotean en este paraje.

  
  
  

Demasiado fácil parece el sendero...Menos mal, porque eso nos ha permitido llegar hasta el final de nuestro destino con energías justas, pero suficientes. Simplemente nos dejamos llevar disfrutando en cada uno de nuestros pasos.

  
  
  

La paredes del cañón siempre me han encantado repletas de oquedades y mostrando sus estratos... Se alzan hermosas a nuestro lado  haciendo la estampa más adorable si cabe. A su abrigo vemos varias construcciones derruidas de lo que debieron ser en su día pequeños corrales para ganado.

  
  
  

Cruzamos un puente en estado bastante deteriorado y pasamos al otro margen del río. Desde aquí vemos nuevas construcciones abandonadas.

  
  
 

Continuamos por bonito sendero entre verdes, blancos, amarillos y morados...La primavera está entrando de lleno y es que cada estación tiene su premio y el de ésta es la mezcla de colores, olores y sonidos. La vida se nota y hay que disfrutarla al máximo antes de que se nos escape.

  
  
  

Nos fijamos por primera vez en estas curiosas orugas de cabeza roja y cuerpo decorado...Los hemos visto mucho durante el camino...espero que no sean destructivos. Bellas desde luego, lo son.

  

Y seguimos disfrutando del río y del paisaje que se repite en cada curva del sendero.

  
  

Bonito lugar...Decidimos hacer aquí la parada de descanso y almorzar a la sombra de este árbol que emerge desde el centro de las aguas del río.

  
  

Continuamos el camino cruzando nuevamente al otro lado del río y seguimos por sendero hasta encontrar con un enorme árbol que parece la casa de David el Gnomo...

  
  

Encantadora imagen que cuesta dejar atrás...entre otras cosas, por la dulce sombra que ofrece bajo sus enormes brazos.

  
  

Llegamos al Viaducto de Villa Paz, perteneciente a la red ferroviaria que une Aranjuez con Valencia. Se trata de una construcción impresionante en altura, con sus 74 metros, y en dimensiones, con sus seis arcos y 220 metros de longitud

  
  
  

Y nada más sobrepasarlo, nos encontramos con  el poblado abandonado de Villa Paz .

  
  
  
  
  

Decidimos continuar el camino y seguir más adelante porque es precioso y provoca...No podemos darnos la vuelta sin más, así que decidimos llegar hasta el Collado.

  
  

En este tramos del camino, nada nuevo a resaltar...Más de lo  mismo, todo sigue siendo igual de llamativo y bonito.

  
  

Cuando llegamos a ver las casas del Collado, decidimos que ahora sí nos toca dar la vuelta y ya, sin entretenernos en tanta foto, aceleramos un poco el paso de regreso.

Nos cruzamos con un grupo de jóvenes y alegres senderistas que ya habíamos visto  cerca del acueducto... Están entusiasmados a la búsqueda de fauna y un poco desencantados por no haber visto jabalís. Bromeamos con ellos y les enseñamos un cráneo -creo que de cabra- que hemos fotografiado por el camino. Les pido permiso para publicar su imagen y aquí los tenemos...

  

Llegamos de nuevo junto al acueducto, el árbol de David el Gnomo y seguimos sin demoras hasta volver a llegar a nuestro rinconcito del almuerzo.

  
  

En lugar de volver al camino, en este punto cruzamos entre los campos de cultivo para buscar el sendero que queda al margen contrario del río. Una vez llegamos al bosque, el sendero sube hasta un mirador natural y ahí dudamos un poco, pensando que la ruta se complica aquí y que nos encuentra cansados para acometer una subida campo a través, pero en seguida encontramos el sendero paralelo al río.

  
  
  

Desde el mirador, vemos el camino por el que hemos ido esta mañana...Buenas y bonitas vistas antes de lo que parece el descenso hacia el barranco y enseguida volvemos a un sendero tranquilo.

  
  

Primavera amarilla en explosión...¡me encanta!

  
  

Llegamos al corral y las oquedades de la pared que habíamos visto esta mañana desde el otro lado del río.

  
  
  

Retomamos el camino de esta mañana y continuamos cogiendo más adelante la senda botánica en lugar de volver a subir al mirador de esta mañana.

  
  

Desde el puente, alzamos la vista y vemos la barandilla del mirador del Pozo de las Ánimas.

  
  

Ya estamos acabando la ruta botánica, pero aún nos queda pasar junto el abrigo de pastores y lo poco que queda del Puente del Cid.

  
  
  
  

Ya solamente nos queda el tramo de regreso hasta Mira, junto a los campos de viñedos y verdes pastos que esta vez nos tientan de tal forma, que no podemos evitar lanzarnos en plancha a disfrutar de la sensación de tumbarnos sobre ellos antes de dar los últimos pasos y regresar al azud.

  
  

A la llegada de Mira nos encontramos con este curioso panel informativo que nos enseña como medir la hora en el reloj solar de esta placeta de pilares en función del mes del año y la sombra de nuestra figura al colocarnos sobre él. Lo ponemos a prueba y comprobamos que funciona.

  
  

Al final, tras seis horas y media de caminata y tan sólo media hora de descanso, hemos recorrido casi 26km de dulce disfrute....¡Por fin una de las largas! Como me encantan...¡Pilas cargadas!

Ruta wikiloc

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