Parque Natural Río Lobos, Senda Gullurías, Ermita de San Bartolomé y Castillo de Ucero
Soria - Ucero
FACIL - Circular - 20KM
Qué bonito recorrido el de esta ruta, que he disfrutado con toda mi alma de senderista aficionada. No tiene ninguna complicación, es una de esas rutas preciosas, llena de encantos mágicos que la cámara se negaba a ignorar. Salimos de Ucero siguiendo la senda fluvial cogiendo dirección hacia el cañón del Río Lobos.
Cruzamos un bonito puente de madera bajo la mirada del Castillo de Ucero que se alza sobre la loma al fondo, pero no iremos a verlo ahora, lo dejaremos para el regreso. Nosotros nos dejamos guiar por las indicaciones del track, que nos lleva a la Senda de las Gullurías.
Metidos ya en la senda, nos adentramos en bosque y en el primer tramo del trayecto encontramos una vieja calera escondida entre el pinar.
El sendero es de los que incitan a cerrar los ojos e inspirar llenando de energía los pulmones. Llegamos al mirador de las Gullurías y bueno...pues hacemos lo que se supone que se debe hacer...mirar...y admirar. Por cierto que las Gulllurías es como se conoce en esta zona a las alondras (Totovía) que es un pájaro de color pardo que se alimenta de insectos y semillas entre los sabinares de la zona.
Descendemos entre esta hermosa pinada hasta llegar al camino que lleva hacia la Ermita templaria de San Bartolomé, que en seguida descubrimos rodeada de un hermoso cañón de roca sobrevolado por buitres. Según cuenta la leyenda, el apóstol Santiago saltó con su caballo uno de los peñascos del cañón y dejó impresa las huellas de su caballo a la vez que su espada caía y quedaba clavada en la roca...este hecho dictaminó el punto donde debía ser levantada la ermita. Lo cierto es que el lugar, fue considerado como el centro del mundo para los caballeros de la Orden del Temple.
Se dice, que en el solsticio de invierno, los rayos del sol atraviesan el rosetón de seis corazones entrelazados de la ermita (al parecer, asociado con el Sello de Salomón y vinculado con la leyenda del Grial) e inciden sobre una losa que hay dentro a los pies de la Virgen de la Salud que tiene tallada una flor de seis pétalos también llamada Flor de la vida y se supone que, en ese momento, dicha piedra transmite, a quienes la pisan, la energía de este lugar.
Está repleto de gente, por lo que no intentamos ni entrar a la ermita y visualizando la cantidad de gente que hay en el Ojo en la Roca, tampoco nos animamos a ello...Decidimos voltear la ermita y acercarnos a la Cueva Grande de San Bartolomé que igualmente encontramos masificada no siendo capaces de ver mas que el polvo levantado por la gran cantidad de gente y sus mascotas que había dentro...
Pese a todo, el lugar es muy bonito y tiene un gran encanto sobretodo por el enclave en el que se encuentra. Nos acercamos a ver el Colmenar de los frailes donde aun podemos ver algunas colmenas de los monjes de la comunidad templaria.
En los paneles leemos que aquellas colmenas se realizaban con troncos huecos de los árboles cubiertos con una piedra a modo de tapa dejando zonas de entrada para las abejas. Solían ponerlas alineadas en las cavidades rocosas de las paredes del cañón y localizamos algunas de ellas...lo que no sé es como recogían la miel porque al a vista de aquellas pareces, el acceso no debía ser nada fácil salvo que fueran provistos de escalas.
Nos sobrevuelan más buitres y los vemos posarse sobre un saliente rocoso, aunque la foto no logra definir la imagen de los mismos muy bien:
Y bueno, pues dejamos este precioso lugar cargado de misticismo para el disfrute de la romería que hoy ha venido a visitarlo. Desandando nuestro pasos, nosotros continuamos con la ruta en busca de zonas menos masificadas...Seguimos hasta el parking y nos dirigimos al sendero que cruza el río.
La ruta cruza varias veces el río...a veces con pasos de rocas, otras con troncos inestables que yo me niego a cruzar y por lo que me envalentono descalzándome y sumergiendo mis pies en el agua helada. Después de esto decido que no vamos a arriesgar a encontrarnos con mas pasos inundados por lo que seguimos por la carretera que, al fin y al cabo, circula paralela al sendero todo el rato (pierde algo de magia caminar por carretera teniendo el sendero a escasos metros, pero bueno..las vistas son igualmente bonitas).
Seguimos hasta llegar a una zona que parece de acampada con un área de recreo totalmente anegada por el agua del río. Los paelleros han quedado inaccesibles sumergidos en el agua , al igual que las mesas y las bancadas.
Cruzamos por el puente del merendero y subimos por un bonito sendero hasta la carretera y al otro lado del puente encontramos el nacimiento del río Ucero .
Sobre el nacimiento del río aparece la Cueva del Lago, sobrevolada nuevamente por más buitres de la zona. La cueva tiene una entrada tipo gatera y es accesible para los amantes de la espeleología... por lo que leemos, tiene un lago interior que debe comunicar con el nacimiento del río.
Retomamos nuestro camino de regreso hacia Ucero, siguiendo el sendero que nos llevará al Castillo, pero antes de ello, saboreamos un precioso recorrido junto al río pisando una suave alfombra de hierba fresca, oyendo el trinar de los pájaros y el murmullo del agua.
Cuando llegamos a la altura del Castillo, vemos a nuestros pies los bosques que rodean el río y sus preciosos tonos ocres. Nos acercamos al mirador desde el que contemplamos el paisaje con admiración y regocijo viendo que, a lo lejos, también se divisa parte del cañón del río Lobos.
Llegamos al castillo de Ucero el cual, pese a estar en ruina, nos permite apreciar la gran magnitud que debió tener en su día. Al parecer, también perteneció a la Orden del Temple y estuvo muy ligado a la Ermita de San Bartolomé...
Accedemos al interior y visitamos la torre del homenaje...hueca hasta su máxima altura y donde aún siguen quedando detalles de curioso interés tanto en su estructura interior como exterior.
Últimos paseos por las ruinas antes de comenzar el descenso hacia Ucero...
Qué pena me da que se haya acabado esta ruta, ha sido un día de los chulos, cargada de sensaciones, pero por hoy damos por concluido el paseo y la recomendamos totalmente...¡Bonita Soria!
Ruta wikiloc
Cruzamos un bonito puente de madera bajo la mirada del Castillo de Ucero que se alza sobre la loma al fondo, pero no iremos a verlo ahora, lo dejaremos para el regreso. Nosotros nos dejamos guiar por las indicaciones del track, que nos lleva a la Senda de las Gullurías.
Metidos ya en la senda, nos adentramos en bosque y en el primer tramo del trayecto encontramos una vieja calera escondida entre el pinar.
El sendero es de los que incitan a cerrar los ojos e inspirar llenando de energía los pulmones. Llegamos al mirador de las Gullurías y bueno...pues hacemos lo que se supone que se debe hacer...mirar...y admirar. Por cierto que las Gulllurías es como se conoce en esta zona a las alondras (Totovía) que es un pájaro de color pardo que se alimenta de insectos y semillas entre los sabinares de la zona.
Descendemos entre esta hermosa pinada hasta llegar al camino que lleva hacia la Ermita templaria de San Bartolomé, que en seguida descubrimos rodeada de un hermoso cañón de roca sobrevolado por buitres. Según cuenta la leyenda, el apóstol Santiago saltó con su caballo uno de los peñascos del cañón y dejó impresa las huellas de su caballo a la vez que su espada caía y quedaba clavada en la roca...este hecho dictaminó el punto donde debía ser levantada la ermita. Lo cierto es que el lugar, fue considerado como el centro del mundo para los caballeros de la Orden del Temple.
Se dice, que en el solsticio de invierno, los rayos del sol atraviesan el rosetón de seis corazones entrelazados de la ermita (al parecer, asociado con el Sello de Salomón y vinculado con la leyenda del Grial) e inciden sobre una losa que hay dentro a los pies de la Virgen de la Salud que tiene tallada una flor de seis pétalos también llamada Flor de la vida y se supone que, en ese momento, dicha piedra transmite, a quienes la pisan, la energía de este lugar.
Está repleto de gente, por lo que no intentamos ni entrar a la ermita y visualizando la cantidad de gente que hay en el Ojo en la Roca, tampoco nos animamos a ello...Decidimos voltear la ermita y acercarnos a la Cueva Grande de San Bartolomé que igualmente encontramos masificada no siendo capaces de ver mas que el polvo levantado por la gran cantidad de gente y sus mascotas que había dentro...
Pese a todo, el lugar es muy bonito y tiene un gran encanto sobretodo por el enclave en el que se encuentra. Nos acercamos a ver el Colmenar de los frailes donde aun podemos ver algunas colmenas de los monjes de la comunidad templaria.
En los paneles leemos que aquellas colmenas se realizaban con troncos huecos de los árboles cubiertos con una piedra a modo de tapa dejando zonas de entrada para las abejas. Solían ponerlas alineadas en las cavidades rocosas de las paredes del cañón y localizamos algunas de ellas...lo que no sé es como recogían la miel porque al a vista de aquellas pareces, el acceso no debía ser nada fácil salvo que fueran provistos de escalas.
Nos sobrevuelan más buitres y los vemos posarse sobre un saliente rocoso, aunque la foto no logra definir la imagen de los mismos muy bien:
Y bueno, pues dejamos este precioso lugar cargado de misticismo para el disfrute de la romería que hoy ha venido a visitarlo. Desandando nuestro pasos, nosotros continuamos con la ruta en busca de zonas menos masificadas...Seguimos hasta el parking y nos dirigimos al sendero que cruza el río.
La ruta cruza varias veces el río...a veces con pasos de rocas, otras con troncos inestables que yo me niego a cruzar y por lo que me envalentono descalzándome y sumergiendo mis pies en el agua helada. Después de esto decido que no vamos a arriesgar a encontrarnos con mas pasos inundados por lo que seguimos por la carretera que, al fin y al cabo, circula paralela al sendero todo el rato (pierde algo de magia caminar por carretera teniendo el sendero a escasos metros, pero bueno..las vistas son igualmente bonitas).
Seguimos hasta llegar a una zona que parece de acampada con un área de recreo totalmente anegada por el agua del río. Los paelleros han quedado inaccesibles sumergidos en el agua , al igual que las mesas y las bancadas.
Cruzamos por el puente del merendero y subimos por un bonito sendero hasta la carretera y al otro lado del puente encontramos el nacimiento del río Ucero .
Sobre el nacimiento del río aparece la Cueva del Lago, sobrevolada nuevamente por más buitres de la zona. La cueva tiene una entrada tipo gatera y es accesible para los amantes de la espeleología... por lo que leemos, tiene un lago interior que debe comunicar con el nacimiento del río.
Retomamos nuestro camino de regreso hacia Ucero, siguiendo el sendero que nos llevará al Castillo, pero antes de ello, saboreamos un precioso recorrido junto al río pisando una suave alfombra de hierba fresca, oyendo el trinar de los pájaros y el murmullo del agua.
Cuando llegamos a la altura del Castillo, vemos a nuestros pies los bosques que rodean el río y sus preciosos tonos ocres. Nos acercamos al mirador desde el que contemplamos el paisaje con admiración y regocijo viendo que, a lo lejos, también se divisa parte del cañón del río Lobos.
Llegamos al castillo de Ucero el cual, pese a estar en ruina, nos permite apreciar la gran magnitud que debió tener en su día. Al parecer, también perteneció a la Orden del Temple y estuvo muy ligado a la Ermita de San Bartolomé...
Accedemos al interior y visitamos la torre del homenaje...hueca hasta su máxima altura y donde aún siguen quedando detalles de curioso interés tanto en su estructura interior como exterior.
Últimos paseos por las ruinas antes de comenzar el descenso hacia Ucero...
Qué pena me da que se haya acabado esta ruta, ha sido un día de los chulos, cargada de sensaciones, pero por hoy damos por concluido el paseo y la recomendamos totalmente...¡Bonita Soria!
Ruta wikiloc
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